Odontología conservadora
La Odontología Conservadora engloba todos aquellos tratamientos encaminados a mantener los dientes en buenas condiciones de salud y función, durante el mayor tiempo posible. En ella se incluyen:
- La prevención y tratamiento de la caries, que es la enfermedad más común de la boca.
- Las consecuencias derivadas de traumatismos dentarios, que suelen afectar a los tejidos duros del diente, esmalte y dentina.
- El cambio de reconstrucciones de amalgama.
- La renovación de composites en mal estado.
- El uso de composites con fines estéticos.
En Clínica Proboca sabemos de la importancia de los dientes, y es por eso que apostamos siempre por técnicas adhesivas mínimamente invasivas, mucho más respetuosas con las estructuras sanas de tus dientes.
COSMÉTICA ANTERIOR
La alta estética y biomimética que se consigue con los composites y técnicas actuales, convierte a este material en un importante aliado en los tratamientos de cosmética dental o mejora de la sonrisa.
En este caso lo hemos utilizado para camuflar los triángulos negros, que aparecen como consecuencia de la enfermedad periodontal, y en el segundo ejemplo para potenciar una sonrisa con dientes de diferente tamaño y la presencia de 2 dientes poco desarrollados o conoides. El uso de fotografías polarizadas nos ayuda a elegir los colores de manera precisa, para conseguir resultados casi imperceptibles.
COSMÉTICA POSTERIOR
Las técnicas adhesivas requieren de un ambiente seco y la saliva no ayuda. Por este motivo en Clínica Proboca apostamos siempre por el uso del dique de goma para conseguir un aislamiento absoluto, de manera que la unión entre el material de reconstrucción (normalmente composite) y el diente sea eficaz y duradera. De no ser así, la adhesión que se consigue no es la correcta y al cabo del tiempo los composites se pueden despegar.
La utilización de tintes o maquillajes nos permite imitar la anatomía y color de dientes adyacentes, consiguiendo reconstrucciones prácticamente invisibles e integradas en el conjunto de la boca.
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ENDODONCIA
Cuando una caries o un traumatismo dental acaba afectando a las capas internas del diente, pulpa o “nervio”, es necesario realizar una endodoncia o tratamiento de conductos. El objetivo es:
- Eliminar el tejido orgánico de la pulpa o “nervio” del interior del diente.
- Conseguir una desinfección química efectiva del sistema de conductos, donde se encontraba el “nervio” mediante el uso de determinados líquidos desinfectantes.
- Sellar ese sistema interno de conductos del diente con un material estable, normalmente gutapercha, para evitar la propagación de bacterias al exterior del diente con el riesgo de reinfección.
- Cuando estas tres condiciones se cumplen, el organismo está preparado para eliminar la infección alrededor del diente y, con el paso del tiempo, regenerar la destrucción del hueso que se haya producido.
La regeneración completa es muy variable en el tiempo (en nuestro ejemplo de 3 años) y dependerá del tamaño inicial de la lesión, de ahí la importancia del control radiográfico periódico hasta su resolución completa.
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